Del Día de Hoy

Del día de hoy queda,
Las ganas de ti,
Y la triste pena,
De saber que no estas aquí.

Del día de hoy quedan horas,
Perdidas en tu desierto.
Se que en algún lado también lloras,
Que lo que sentimos aún no ha muerto.

Del día de hoy queda el misterio de tu alma,
La intriga de un dolor,
Que solo encuentra la calma,
Invocando a tu amor.

Del día de hoy quedan minutos,
De cálido Sol sobre el valle.
Busco, pero ya no quedan puntos,
Donde yo, mi vida, te halle.

Al día de hoy solo me queda tu recuerdo,
De esos ojos, en los que al pensar me pierdo,
En los sueños más hermosos que he tenido,
En todos aquellos momentos que viví contigo.

Del día de hoy solo quedan segundos,
Y la distancia que separa nuestros mundos.
Del día de hoy, ya no queda mañana,
Por que sin ti, mi amor, ya no queda más nada.

Guiye.
24/03/2008.

Tan Lejos del Mundo

Tan lejos del mundo.
Tan lejos de ti.
Cuan altos los muros.
Que te separan de mí.

En algún sueño, a veces, te encuentro,
Pero te pierdo al despertar.
Te busco en cada rostro en el centro,
Pero no te puedo hallar.

Tan lejos del mundo.
Y tan cerca del Sol,
Que se queman mis segundos,
Uno a uno mueren sin vos.

Tan sordos los corazones,
Que no escuchan lo que les digo,
Tan pobres de razones,
Que nunca tuvieron sentido.

Tan lejos estoy de todo.
Cuan chistosos son mis motivos,
Que ya no encuentro más el modo,
De explicarles por que así vivo.

Tan lejos del mundo que llegué a creer,
Que las personas que lo habitan llegan a querer.
Tan equivocado, dentro, pero lejos de él,
Aún busco tu amor, donde quiera que estés.

Guiye.
19/03/2008.

Entran por mi ventana.

Otra vez aquellos gritos,
Que entran por mi ventana.
Despiertan en mí el instinto,
De terror en esta mañana.

Otra vez, se me eriza el alma,
Con los fuegos del horizonte,
Con la desaparición de un nuevo alba,
Con tus ojos que se esconden.

Otra vez lloran las nubes,
En aquellos lugares que estuve.
Otra vez enrojece el lodo,
Por la tierra herida,
En la que tuve todo,
La que ya está perdida.

Otra vez vagan desolados,
Frutos del campo de la muerte,
Infelices nobles soldados,
Espíritus desdichados sin suerte.

Claman al cielo, por su libertad,
De este infierno, de esta crueldad.
Piden ser liberados de una eternidad,
Perdidos en la humanidad.

Muchos encuentran el camino.
Pero muchos prefieren el olvido,
Y así, negados de su ser,
Continúan peleando cada amanecer,
Como si aún estuvieran batalla,
Siguen escalando las murallas,
Matándose una y otra vez,
Condenándose a permanecer.

Y otra vez, los alaridos desgarradores cruzan el valle.
Y otra vez aquellos sonidos, se filtran en mi habitación.
Ya no habrá más lugar en este mundo en el que halle,
Remedio quite de mi cabeza, esta maldición.

Guiye.
19/03/2008-

Dos ruedas son sus alas

Dos ruedas son sus alas,
Que lo llevan a volar,
Al paraíso que deseaba,
Allí donde quiere llegar.

Vuela con sus sueños,
Sobre el camino de la libertad.
Pedalea con todo su empeño,
Para poder llegar,
A su destino final,
A ningún lugar,
Ahí donde ha pensado,
Que piensa terminar.
Que piensa comenzar,
De nuevo otra vida,
Otro camino de ida,
Hacia ningún lugar.
Otra triste salida,
Donde pueda entar.

El paisaje desborda a su alrededor.
Lo llena son su inmensidad.
Poco a poco, se calma su dolor,
Va satisfaciendo su necesidad.

El viento sopla en su oído,
Le habla de las maravillas de vivir.
El recobra los sentidos.
Comprende, y se hecha a reír.
Percibe la sencillez del todo.
Encuentra una sutíl respuesta.
Esa es su manera, su modo,
De subir más fácil la cuesta.

Guiye.
16/03/2008