Una declaración.
En Ese Anochecer
Tus lindos ojos verdes vi al anochecer,
que a mi alma solitaria hicieron enmudecer.
Tu pureza de niña que has de reflejar,
hace a mi maltratado corazón suspirar.
En tu carita de muñeca veo tu inocencia,
que rellena mi espíritu y vacía mi conciencia.
Tu tímida sonrisa clara y sencilla,
me hace recordar que vivir es una maravilla.
Si tu corazón late tanto como el mío,
podemos soñar con un mundo sin frío,
donde reine el cálido amor,
que derrita las penas de una triste flor.
Si tu corazón no comprende lo que el mío,
aceptaré mi trágico destino,
me marcharé sufriendo esta carrera perdida,
sabiendo que no soy nadie para entrar en tu vida.
Pero si te hace falta un poquito de amor,
no dudes en llamar: a este fiel servidor,
a este indefenso, pero buen soldado,
a este pobre poeta enamorado,
que gustosamente cumplirá tus pedidos,
para inundarte de mágicos sentimientos escondidos.
Es por ese anochecer, que en ti no dejo de pensar,
desde entonces que no te puedo olvidar.
Porque me regalaste un universo de ilusión,
pero te robaste mi sensible corazón.
Guiye.
17/09/1998.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home